Los nacimientos son siempre una experiencia impactante para los padres. Pero hay algunos casos que se destacan más que otros. Raelin Scurry, de Pittsburgh, EE. UU, pasó por uno de esos casos. Su nacimiento no tiene precedentes y solo ocurre una vez en 80. 000 nacimientos.
En agosto de 2017, Raelin Scurry, de 23 años, comenzó a sentir dolores. Era hora de dar a luz . Ella y su prometido Ean Vanstory se metieron en el automóvil y se dirigieron al hospital que estaba a 15 minutos de distancia. Raelin sintió que los dolores se hacían cada vez más fuerte. El parto estaba cada vez más cerca.

Cuando la pareja llamó a urgencias para pedir ayuda, ya era demasiado tarde. El bebé estaba saliendo.
“Me bajé los pantalones y le sentí entre las piernas. Y, así era, ahí estaba la cabeza de mi bebé”, escribió Raelin en Instagram.

No es de extrañar que se sorprendieran cuando vieron al bebé allí – metido intacto en su saco amniótico. Esto es extremadamente raro y ocurre menos de 1 vez en 80,000 nacimientos.
“Tenía mucho miedo. Pero pedimos ayuda y seguimos conduciendo hacia el hospital para llegar lo antes posible”. Acaricié la mejilla de mi hijo con el pulgar y él reaccionó. Noté que estaba respirando “, escribe Raelin en Instagram.
Ean Jamal Vanstory nació en la semana 29, con 11 semanas de anticipación. Tuvieron que llevarlo al hospital donde los doctores le quitaron el saco amniótico.

Nacer de esta manera no es peligroso, pero es increíblemente inusual. En el pasado, se veía como una buena señal.
Es increíble, todo terminó bien con el parto. Hoy, la familia de Raelin está muy bien. El pequeño bebé, que lo llaman “E.J”, pronto tendrá 6 meses. ¡Comparte el artículo en Facebook y muéstralo a tus amigos!