Entre las vanidades de las mujeres se encuentra el pintarse las uñas, los colores varían e incluso suelen hacer decoraciones. A simple vista esto no presenta ningún peligro puesto que la gran mayoría sino es que todas, lo hacen, incluso hay hombres que también optan por recurrir en ocasiones al barniz. Sin embargo, también es cierto que no es recomendable pintárselas a diario pues por los componentes del barniz, la uñas terminan debilitándose y adoptando un color amarillo, también suelen perder el brillo natural.
Es importante hacerte saber que siempre has estado en un error pues los esmaltes para uñas si representan un peligro. Incluso una variedad de marcas, hasta las más reconocidas contienen químicos que nos afectan.
Para corroborar la información se llevó a cabo un estudio con expertos y la ayuda de 25 mujeres que son amantes del esmalte. Querían comprobar el tipo de toxinas que había en su cuerpo a causa de estos y si, efectivamente si encontraron lo que buscaban.
Absolutamente todas las mujeres que participaron en dicho estudio presentaron signos de fosfato de trifenilo a las 10 horas de haberse aplicado esmalte en sus uñas.
También se utilizaron 10 esmaltes de distintas marcas y en 8 de ellos se encontró este químico. Incluso al fijarse en la etiqueta del producto se percataron de que dicho químico no venía agregado como ingrediente. Así que, se determinó que aproximadamente un 25% de los esmaltes contiene algún producto químico dañino pero no lo exponen en su etiqueta.
¿Qué es el fosfato de trifenilo?
El fosfato de trifenilo altera el sistema endocrino de los seres humanos, mismo que es el encargado de controlar todas nuestras hormonas.
“Hay evidencias de que el fosfato de trifenilo puede afectar a la regulación hormonal, la reproducción, el desarrollo y el metabolismo”, expuso la Dra. Heather Stapleton.
Así que, podemos determinar que si para las mujeres de edad es dañino, lo es aún más para las niñas que suelen usar esmalte puesto que es importante para su crecimiento el desarrollo hormonal saludable. Este químico también es conocido por ser alérgeno, irritante de la piel, neurotoxina, toxina reproductiva y toxina endocrina.